MS 53: Nuestro Padre Fundador nos enseñó que la misión evangelizadora es una obra ingente de transformación del mundo que ha de ser llevada adelante “entre todos”, en favor de todos y para hacer felices a nuestros prójimos. En Pentecostés el Espíritu se derramó sobre toda la asamblea cristiana, sobre “jóvenes y ancianos”, “hijos e hijas” y “sobre toda carne”. María, nuestra Madre, estaba allí, como testigo y mensajera del misterio íntegro de Jesús, en la comunidad que tenía un solo corazón y una sola alma (cf. Hch 1, 14). Para nuestra Congregación, “evangelizar con otros”, multiplicar líderes evangelizadores y vivir la misión compartida es un rasgo carismático ineludible (cf. CC 3, 7, 48) que entendemos y practicamos de diversos modos.
MS 67.3: Contribuiremos a la multiplicación de líderes evangelizadores para una Iglesia en salida, inclusiva, participativa y corresponsable. Cualificaremos y coordinaremos todavía mejor los espacios educativos y formativos de que ya disponemos: Centros de Teología, Institutos de Teología de la Vida Consagrada, plataforma de formación en línea, proyectos de formación de educadores y de agentes de pastoral, etc.
MS 1 (Cf. CC 2; Dir 26.)